jueves, 25 de abril de 2013

Los girasoles ciegos


GUÍA DE LECTURA DE LOS GIRASOLES CIEGOS, Alberto Méndez

Os recomiendo también la web "Ojos de papel", donde Justo Serna escribe un artículo muy interesante sobre esta obra.

RESUMEN (apuntes tomados de la página "enlenguaviva2")
    El libro contiene cuatro relatos centrados en la Guerra civil española y en los años  inmediatamente posteriores. Desarrollado en cuatro capítulos datados en 1939, 1940, 1941 y 1942, capítulos que son cuatro historias autónomas que confluyen entre sí de  manera alterna: el primer relato con el tercero y el segundo con el cuarto, confluencia que no es decisiva, en todo caso.  Así la de Carlos Alegría enlaza con la de Juan Serna ya  que ambos  comparten la misma galería nº 2 de la cárcel de Porlier; la de Juan Serna  con la de Los girasoles ciegos ya que Juan es hermano de Luis a quien conoce el niño  Lorenzo; con ésta también enlaza la del niño poeta, pues su esposa Elena es hija de  Ricardo y Elena.

“Primera derrota: 1939 o Si el corazón pensara dejaría de latir”: la historia de un militar  durante la Guerra civil española, del bando franquista en la batalla de Madrid, que se  rinde a los republicanos en cuanto supo que éstos iban a rendir sus armas a su bando.

“Segunda derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido”: el diario de un  muchacho poeta  que huye de las tropas franquistas. Que, en su viaje hacia Francia, se ve  atrapado en una cabaña en las montañas entre Asturias y León, alejada de tod o, donde  ve morir a su mujer en el parto, quedándose al cuidado de su bebé, sin ayuda ni medios.  Un muchacho poeta que vive una vertiginosa historia de madurez y muerte en el breve  plazo de unos meses.

“Tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos: relato sobre una cárcel franquista, de  la vida en ella, de la derrota y de los hilos alargados de la guerra, de la muerte, de los  fusilamientos, del final, de la nada...Un preso de la cárcel de Porlier que se niega a  vivir en la impostura para que el verdugo pueda ser calificado como tal.

“Cuarta derrota: 1942 o Los girasoles ciegos”: historia de “un topo”  - un republicano  oculto en un escondite de su casa - , y de su familia, en la ciudad de Madrid en los años  posteriores al fin de la guerra civil; contada a través de los ojos de su hijo y de un  diácono que circula por los alrededores de la vida de su familia, un diácono rijoso que  enmascara su lascivia tras el fascismo apostólico que reclama venganza contra el  vencido.

TEMAS ( IMPORTANTE )
    El tema principal de la obra es la derrota; pero no sólo la derrota del bando republicano por las tropas nacionales, sino de distintas derrotas, de derrotas en la derrota, habla de personas concretas, de desastres individuales debajo del gran caos de la pérdida de la guerra.
    Lo decisivo es la narración de cuatro formas distintas de derrota, de hundimiento, de encono, de odio, de ojeriza.

Otros temas:
·La Guerra Civil y sus consecuencias políticas y sociales: la obra es el regreso a las historias reales de la posguerra narradas en "voz baja" acercándose a la dura realidad de amigos, familiares desaparecidos o ausencias irreparables provocadas por la guerra. Es una evocación de la Guerra Civil, pero no de sus lances bélicos, no de las batallas, sino de sus efectos humanos, de cómo los derrotados lo fueron con saña y con aplastamiento.
·Reflexión sobre los hombres, sobre los perdedores de aquella guerra, sobre el ser humano como individuo, como protagonista de su propia historia y de la historia con mayúsculas.
·La derrota social y política ante una victoria moral ideológica

FINALIDAD
    En Los girasoles ciegos se narran cuatro historias de horror y desolación,  en las que se  ahonda en las razones de la derrota, no en vano los  subtítulos de los cuentos aluden a ella.  Son relatos para activar la  memoria, contra el olvido, y en defensa de la id ea de que en una  guerra entre hermanos, al fin y a la postre, todos son perdedores. Quizá por ello los personajes a los que se les proporciona voz, siempre seres  anónimos, aparezcan desorientados, perdidos, como los "girasoles ciegos" del título.
    El propio Hermano Salvador proporciona la clave de lectura ya que  empieza su carta confesando que se siente “desorientado como los girasoles  ciegos ” (p. 105) y la acaba concluyendo: “ Seré uno más en el rebaño, porque  en el futuro viviré como uno más entre los gira soles ciegos ” (p. 155). Entre la  comparación inicial y la metáfora final, el protagonista propone una  generalización de su condición, de su desorientación, a la colectividad humana;  de modo que todos los personajes pueden considerarse como seres  desorientados, condenados a vivir en la oscuridad como murciélagos o girasoles ciegos.

ESTRUCTURA
Los girasoles ciegos es un libro de cuentos; pero de entre las diversas maneras en que  puede organizarse un volumen de cuentos, el autor optó por la que quizá fuera la más compleja, la que se denomina "ciclo de cuentos", porque las diversas piezas que lo forman, aunque mantengan su independencia, aparecen a la vez trabadas, generando una unidad de sentido distinta.

CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONAJES PRINCIPALES
El Capitán Alegría(1ª DERROTA ) Voz narradora en primera persona del plural
En este relato se consigue retratar a un personaje complejo, explicar perfectamente las motivaciones que le llevan a realizar una acción aparentemente absurda, y a la vez reflejar con imágenes muy bellas el final de la resistencia de una ciudad sitiada y vencida. Nos habla del absurdo de resistir. Del absurdo de morir y del absurdo de matar. De lo absurdo de cualquier guerra. “Soy un rendido”, repite el capitán Alegría a todo aquél que quiera escucharle. Pero nadie le cree ni confía en él. Las razones por las que se rinde las expresa muy claramente en más de una ocasión: “No queríamos ganar la guerra, queríamos matarlos”. Quizá éste es el relato más conseguido de los cuatro, por sus poderosas escenas, porque su protagonista es el personaje más trabajado en su caracterización y más rico en matices, y porque es capaz de transmitir determinados conceptos de una forma sutil, haciendo que sean consecuencia de lo narrado y sin dar la sensación de mensaje panfletario que puede dar en algún momento el resto de los cuentos.

La segunda derrota, o Manuscrito encontrado en el olvido, ( A través del manuscrito encontrado ( narrador transcriptor ) se relata la historia en 1ª persona ) “Infame turba de nocturnas aves”, escribió el desgraciado padre-poeta casi niño cuando estaba a punto de morir. La descripción del paisaje nevado, del silencio y la soledad de las brañas donde logra sobrevivir el protagonista con su hijo durante unos meses es lo más logrado del relato. El lenguaje en el que se expresa el protagonista, pura prosa poética, sólo puede entenderse teniendo en cuenta que Eulalio Ceballos, el “rapsoda entre las balas”. La última frase de la voz narrativa, el editor del manuscrito “Si fue él el autor de este cuaderno, lo escribió cuando tenía dieciocho años, y creo que ésa no es edad para tanto sufrimiento” cierra brillantemente.

En la tercera derrota o El idioma de los muertos,(narrador en 3ª persona ,omnisciente )Presenta un relato algo más descriptivo que en los demás relatos, reservando el lenguaje más lírico para la carta de Juan Senra a su hermano. Retomando el tópico de Sherezade, el protagonista intenta salvar la vida . Pero tanta mentira le ahoga y en un acto de valor a la verdad confiesa todo su engaño. Destacan con fuerza propia los personajes de Eugenio Paz, muy bien trazado aunque algo tópico, y sobre todo la esposa del juez Eymar y madre de Miguel Eymar ( amor infinito de una madre )

Cuarta derrota: Los girasoles ciegos.
Combina acertadamente tres voces narrativas: la del hermano Salvador, que se dirige por carta a su superior eclesiástico en un intento de explicarse a sí mismo lo que le ha ocurrido y de perdonarse por ello, pero sin llegar a reconocer en ningún momento su culpa; personaje algo caricaturesco, muestra la crítica hacia una Iglesia corrupta , hipócrita y generadora del poder más absolutista . La de Lorenzo adulto intentando recordar los sentimientos y sensaciones que experimentó durante aquel periodo de su niñez que lógicamente le marcó para toda su vida, y una voz en tercera persona que va ligando las otras dos.

SIMBOLISMO
   El libro es sencillo y profundo a la vez; realista, pero cargado de simbolismo. Así en la primera historia  un capitán del bando nacional, que ve que las cosas no  son así, no debían serlo , y descubre que su bando debe ser el otro, pero no por  razones políticas, su punto de vista moral le dice que aquel debe ser su lado,  puesto que ve que  su bando no quiere ganar la guerra sino matar al enemigo. Pero en su caso la derrota es doble derrota, ya que no es de ningún bando; es  traidor para unos y enemigo para los otros.  Es él en realidad el reflejo real de un pueblo que lucha contra sí mismo.  La decisión del capitán Alegría, primera vista tan irracional, propia de un loco, es en realidad la acción de un hombre honesto que no quiere participar en la barbarie que suponía la guerra civil y cuyo comportamiento demuestra una gran valentía. Por otra parte, los vencedores representan al que se ensaña, al dominante que cree disponer sobre la vida y la muerte, al dueño de la represión, a la madre de la venganza, al sacerdote de la iglesia de la muerte. Los vencidos deben serlo dos veces, no sólo en la batalla, sino también después de ella a través de las persecuciones y de la represión.

CONCLUSIÓN
    Todas las historias contadas en Los girasoles ciegos son caminos individuales que se convierten en historias ejemplares, y así Alberto Méndez se hace creador de una memoria colectiva, desvelando una parte del “agujero negro de la historia de su país”. Del primer relato al cuarto, pasamos de un saber construido por un discurso que ostenta sus mecanismos de elaboración de la memoria colectiva a un discurso que necesita la colaboración de un lector activo que acepte recomponer el puzzle de la memoria. Gracias a la ficción, la memoria colectiva se encuentra en la encrucijada entre un cúmulo de testimonios diversos -seleccionados- de documentos oficiales o íntimos,  (huellas de lo sucedido) y la interpretación o la imaginación del narrador:  “Los documentos que fueron generando los guardianes del laberinto y las pocas cartas que escribió son los únicos hechos ciertos, lo demás es la verdad.”


2º de Bachillerato -LCL-Comentario crítico TEXTO

Ahora lamento no haber dicho a mis padres que el hermano Salvador me vigilaba, porque el día que se presentó en casa de improviso no estaban prevenidos. Llegó dando patadas a la puerta y gritando. Mi madre no tuvo más remedio que dejarle pasar. Recuerdo que la casa estaba casi sin muebles porque se los estaba llevando gente desconocida por razones que no me atrevía a preguntar pero que yo atribuía a su pobreza y no a la nuestra. Entró como una exhalación llamándome y no dejó de vociferar hasta que me encontró en la cocina fingiendo leer Alicia en el País de las Maravillas. Me preguntó cómo estaba, me arrancó el libro de las manos, me lo devolvió inmediatamente y me pidió, sin esperar mi respuesta, que le dejara hablar un momento con mi madre. Durante muchos años me ha atormentado el remordimiento por haber invocado a los leprosos para que se comieran a ese energúmeno que estaba haciendo daño a mi madre, porque cuando acudí aterrorizado al oír sus gritos, vi cómo mi padre, desangelado e impotente, se abalanzaba sobre el hermano Salvador que estaba a horcajadas sobre ella, que se protegía el rostro con las manos para evitar el aliento de aquel puerco que hocicaba en su escote. Mi padre había salido del armario.
                                                                  Alberto Méndez, Los girasoles ciegos.
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    En estos días, enero de 2018, están surgiendo historias del recuerdo que se hacen más reales la lectura de estos relatos. Así , un programa de radio en La SER, los sábados por la mañana , titulado Vidas enterradas, recupera la memoria de los fusilados, de los familiares que están en fosas comunes, de trozos de intrahistoria que, a veces, ponen el pelo de punta y conmueven. 
    La foto corresponde a una carta escrita hace 81 años por un republicano preso (como Juan Senra escribía a Luis, o el Capitán Alegría a sus padres, a Inés...) que llega en este enero a manos de sus nietas, gracias a un coleccionista de papel. 
    O la historia del abuelo que llevo más de 30 años en el bolsillo la lista de sus amigos fusilados, para que no cayesen en el olvido. 
Jóvenes a quienes llamaron la QUINTA DEL BIBERÓN... Jóvenes como Eugenio Paz, el niño de las liendres.

miércoles, 24 de abril de 2013

Carta de una madre

Queridos todos:
     Me voy. Volveré cuando sepáis dónde están guardadas las bolas de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de vosotros, cuando seáis capaces de descifrar los códigos de los botones de la lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico. Volveré cuando estéis dispuestos a llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesitéis más que para compartir.    Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce... Sólo podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras. Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan gran responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de madre súper no lograré inculcaros más que una mentalidad de súbditos. Y yo os quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.

    Ya sé que vuestro comportamiento conmigo no es más que un dejarse llevar por mi rutina; también por eso quiero poner tierra por medio. Si me quedo, seguiré poniéndoos todo al alcance de la mano, jugando mi papel de omnipresente para que me queráis más. Sí, para que me queráis más. Me he dado cuanta de que todo lo que hago es para que me queráis más, y eso me parece tan peligroso para vosotros como para mí. Es una trampa para todos.
    Palabra de honor que no me voy por cansancio, aunque sea una lata dormirse todas las noches pensando en la comida del día siguiente y hacer la compra a salto de mata cuando vienes del trabajo y, a la larga, pesa mucho la manía de ver siempre un velo de polvo en los muebles cuando me siento un rato en el sofá, y la perenne atracción hacia la bayeta y la cera. Pero no es sólo por eso. No. Tampoco me voy porque esté harta de poner la lavadora mientras me desabrocho el abrigo ni porque quiera estar más libre para hacer carrera en mi trabajo. No. Hace ya mucho tiempo que tuve que elegir una perpetua interinidad en mi profesión porque no podía compatibilizar una mayor dedicación mental al trabajo profesional con la lista de la compra. Me voy para enseñaros a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar.
     Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga camisa planchada que ponerse.La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo yo por unos días, os daréis cuenta vosotros de que la monarquía doméstica es fácilmente derrocable y quizá yo pueda aprender la humildad necesaria para ser, cuando vuelva, una más entre la plebe.
    Cuando encontréis la naftalina no dejéis de avisarme. Seguro que para entonces yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Puede ser que ese día no nos queramos más, pero seguro que nos querremos mejor.
 Besos. Mamá.
C. de Santos - "Ser Humano"
¿Qué tenemos que decir? Después de leer con responsabilidad esta carta y reflexionar, no sólo para comprender las verdades que se cuentan en ella y escribir en los comentarios opiniones sin sentido, sino para tomar una postura que implique cambios en nuestras conductas diarias. Escribe tus compromisos personales.


Para terminar, un chiste...

    Un hombre  llega a casa del trabajo y encuentra a sus tres hijos en el  jardín aún con los pijamas puestos jugando en el barro, con cajas de comida  vacías y los envoltorios de éstas esparcidos por todo el jardín.
    La puerta del  coche de su mujer estaba abierta, así como la puerta de entrada de la casa y  no había señales del perro.
    Cuando entró encontró aún mayor desorden..  Una lámpara caída en el suelo y la alfombra estaba arrugada contra la pared.  
    En el salón la televisión estaba a todo volumen con un canal de  dibujos animados y la salita de estar estaba cubierta de juguetes y ropa.  
    En la cocina la pila estaba llena de cacharros, el desayuno derramado  por la encimera, la puerta del frigorífico abierta de par en par, la comida  del perro tirada por el suelo, un vaso roto debajo de la mesa y un pequeño  montón de arena detrás de la puerta.
    Inmediatamente subió las  escaleras sorteando todos los juguetes y más pilas de ropa buscando a su mujer  preocupado por si estaba enferma o la había ocurrido algo serio.
    De  camino a la habitación, vio como corría el agua por debajo de la puerta del  cuarto de baño y cuando entró las toallas empapadas espuma y más juguetes  por el suelo, kilómetros de papel higiénico amontonado y pasta de dientes  untada por el espejo y las paredes.
   Entró corriendo en el dormitorio y  encontró a su mujer acurrucada en la cama, en pijama y leyendo una novela.  
Ella le miró, le sonrió y le preguntó que tal le había ido el día.  
Él la miró furioso y le preguntó, - ¿Qué ha pasado hoy aquí? 
Ella volvió a sonreír y le dijo:
- ¿Recuerdas que cada vez que llegas del trabajo me preguntas
qué c... hago todo el día?

-  Sí, contestó él incrédulo.

- PUES HOY NO LO HICE...

jueves, 18 de abril de 2013

Sampedro y Muñoz Molina



Interesantes dos testimonios de actualidad: José Luis Sampedro en "Salvados" y un artículo del peródico El País de Antonio Muñoz Molina. Merece la pena leerlos,
escucharlos, comentarlos.

Dinámica del Barco

    Para este caso el docente dibujará en la pizarra un barco navegando en el mar y explicará al grupo que  la tripulación de dicho barco está formada por un médico, un agricultor, un ingeniero, una prostituta, un deportista, un sacerdote, un toxicómano, un profesor y un cocinero.
    Luego dirá que de pronto el barco pierde el rumbo, crece el mar y el barco naufraga, pero logran conseguir una pequeña balsa con capacidad para cuatro personas.
    A continuación, cada participante debe escribir en una hoja: ¿a quién salvaría? y ¿por qué?
Finalmente el docente leerá las respuestas y juntos analizarán los resultados.

Día del Libro

Para conmemorar este día, volver a valorar el LIBRO-BOOK no está mal: