miércoles, 12 de diciembre de 2012

Crónica de una muerte anunciada


Esta lectura de Gabriel García Márquez es recomendada este curso como lectura en 2º Bachillerato. Os dejo este  enlace bastante interesante para conocer mejor la obra.
Además os dejo estos dos artículos: "Yo soy Bayardo San Roman" 
y el pleito ganado por el autor y cómo es el proceso creativo a partir de una noticia.
Y para terminar (y siempre después de haber leído la obra porque ya sabéis que el cine es comercial y añade y quita escenas que no existen) la película interpretada por Anthony Delon.
    Además he encontrado estos datos (temas, narrador, personajes...) que están bien como estudio de la obra: 



    Se debe estudiar como una obra literaria para la cual García Márquez se ha apoyado en unos hechos reales, y ha elegido voluntariamente una forma periodística.
    Además, los elementos y la estructura de la obra se combinan con los típicos de la novela policíaca.
También puede verse como una tragedia, pues tiene muchos parecidos temáticos y formales con una  tragedia clásica:
·         El destino. Cómo influía en la vida de los seres humanos (tema fundamental de la tragedia)
·         La clase social alta de los protagonistas. Esto era lo normal en la tragedia.
·         La muerte cierra la obra, exactamente igual que en las tragedias clásicas.
·         El protagonista probablemente es inocente
·         La profusión de sangre. La sangre sale a escena. En el teatro de Shakespeare todos los muertos salen a
·         escena. El asesinato en sí es sangriento, pero todavía lo es más la autopsia.
·         Es la propia madre la que evita que se pueda salvar. Esto le da un sentido de tragedia.
·         Todo el pueblo funciona como el coro de una tragedia griega en el momento del asesinato.

1.      ESTRUCTURA
De la estructura hay que señalar que, a pesar de que la novela no está dividida en capítulos, sí pueden distinguirse cinco partes:
1.      La primera presenta al protagonista, Santiago Nasar, a sus asesinos, los gemelos Vicario, y el ambiente que había en el pueblo el día del crimen.
2.      La segunda se centra en el personaje de Bayardo San Román y en la familia de los Vicario.
3.      La tercera parte narra el asesinato de Santiago Nasar. El narrador acompaña en su recorrido a los asesinos.
4.      La cuarta explica los acontecimientos posteriores a la muerte del protagonista.
5.      La quinta parte relata de nuevo el asesinato de Santiago Nasar, pero en esta ocasión el narrador acompaña en su recorrido al asesinado.
En el relato, se entremezclan diferentes planos: 1. la narración de los hechos, reconstruidos veintisiete años después, con comentarios personales del narrador; 2. los testimonios del suceso que cita el narrador y que se dieron inmediatamente después del asesinato (informe judicial, autopsia ...); 3. la reproducción en estilo directo de los comentarios de los personajes en el momento en que los hechos están sucediendo; 4. las intervenciones en estilo directo de los personajes, que reproducen las conversaciones que el narrador ha mantenido con ellos antes de redactar la crónica.

3. TEMAS
3.1. El honor
El tema fundamental es el sentido del honor,  por el que los hermanos Vicario tienen que matar a Santiago como una obligación inexcusable y única forma de restaurarlo. El honor legitima su conducta, por sangrienta que esta sea.
En relación con este tema aparece la violencia. Surge descarnada y atroz. Está inserta en el código del honor que rige la moral colectiva de todo un pueblo. Esta moral conservadora es una norma de vida y por ella se puede matar. La violencia es la única forma de respuesta a cualquier violación del código del honor, enfocado en este caso en la moral sexual, que exige que la novia llegue virgen al matrimonio.
Esta forma de lavar la deshonra, la venganza sangrienta, era una idea ya presente en la tradición del teatro clásico español de Lope de Vega o Calderón de la Barca.
Comparte otro rasgo con dicho concepto clásico del honor: la honra tiene una cualidad pública: lo grave no es que se haya cometido un acto de deshonor, sino que se sepa públicamente. Ello permite a las amigas de Ángela aconsejarla para que haga aparentar que es virgen, derramando mercuro-cromo en las sábanas.
El crimen de los Vicario es la forma más patente de violencia, con una carga atroz y brutal de cuchilladas.  Pero la violencia tiene otras manifestaciones: aparece en Santiago, que desde niño aprende el dominio de las armas y duerme con una escondida bajo la almohada; las referencias constantes a las guerras civiles y a las guerrillas; el lenguaje potencia esa violencia. La escena de la autopsia también está llena de violencia.
Por otro lado, aunque casi ninguno desea que la venganza se lleve a cabo, casi todos desean presenciar el crimen.
El código del honor se relaciona con el machismo; y ello no solo porque se requiere de la mujer una condición que no se pide al hombre, sino también porque la mujer aparece con frecuencia convertida en mero objeto. Incluye un componente social: el deshonor de la mujer afecta a la familia entera.
Nótese que ese código del honor es compartido por las mujeres: Prudencia Cotes, novia de Pablo Vicario, nunca se habría casado con él “si no cumplía como hombre”.
Precisamente por seguir el código del honor, los asesinos, al ser interrogados, insisten en su inocencia, y dicen que “fue un asunto de honor”. De la misma manera, el abogado sustenta la defensa del homicidio basándose también en que el honor debe justificar la acción sangrienta.
Era posible otra forma de reparar el honor: a saber, que el hombre ofensor se casase con la mujer deshonrada.  Sin embargo, los hermanos Vicario no la tienen en cuenta; tan solo piensa en esta posibilidad Flora Miguel, novia de Santiago Nasar, y su enfado al creer en ella provoca que le rechace, no hable con él, y en consecuencia no le avise del peligro.
3.2. La sexualidad, el amor y el erotismo
En la novela se destacan las pasiones amorosas, motivo recurrentre en la producción de García Márquez. La sexualidad está presente en el personaje de Mª Alejandra Cervantes y en las referencias a las “presas” de Nasar.
Esta sexualidad viene acompañada de matices machistas, por supuesto. Divina Flor, hija de Victoria Guzmán –la criada, antigua amante del padre de Santiago- está destinada a la cama de Santiago: el acosador comportamiento de Santiago para con ella es causa de que Victoria Guzmán no le avise de las intenciones de los Vicario (por rencor y rechazo a su soberbia actitud con respecto a su hija), o de que Divina Flor tampoco lo haga (por su juventud y por su confusión cuando Santiago expresa agresivamente su interés por ella).
Otra línea amorosa, que cierra el círculo de la novela, la encontramos en Ángela, que con el tiempo se obsesiona con Bayardo, y le escribe cartas durante diecisiete años hasta que él vuelve. Escribe el autor: “descubrió entonces que el odio y el amor son pasiones recíprocas”.
Precisamente, el epígrafe inicial de la obra recuerda una poesía de Gil Vicente: “la caza de amor”: “La caza de amor / es de altanería: / trabajos de día, / de noche dolor”. Bayardo San Román, cual ave de cetrería, fija sus ojos en Ángela, su presa, y actúa desplegando sus artes y su poder; especialmente su capacidad económica, que le permitirá comprar sin piedad la casa del viudo Xius. Su riqueza es la que hace que la familia de Ángela quiera que se case; pero ella, al principio, aún impresionada por San Román, lo ve como un hombre soberbio y altanero.
Ángela es una “garza guerrera”, pues se enfrenta a San Román descubriendo que no es virgen; y será más guerrera aún cuando, a través de las cartas, inicie la recuperación de San Román. Pero también es otra garza guerrera, Mª Alejandra Cervantes, quien dirige el prostíbulo del pueblo; el narrador así la consideró, hablando con Santiago, que al conocerla perdió el sentido. Es interesante observar que el narrador estaba ligado a ella de algún modo –ella le dejaba la puerta sin tranca por si venía-, pero Alejandra le tenía a Santiago el mayor de los respetos: no se acostaba con otro hombre si él estaba presente; no se pudo acostar con el narrador tras la muerte de Santiago, porque “le olía a él”; y lloró su muerte comiendo “un plato babilónico”, su única forma de llorar.
Cabe citar, finalmente, en lo que a la sexualidad respecta, el machismo social: sus hijas, señala la madre de las hermanas Vicario, están hechas para sufrir, y por eso serán buenas esposas.
3.3. El destino
Un elemento fundamental de la obra es el fatum/destino. El sino trágico que, por una serie de casualidades adversas llevan a Nasar a un trágico final. Como en una tragedia griega (en la cual incluso no falta el coro: el pueblo entero). Vemos la imposibilidad de escapar del propio destino, que se cumple fatalmente (no sólo para el protagonista). Santiago Nasar muere porque está destinado a morir, y ese destino, aunque existen signos premonitorios, aunque incluso los mismos protagonistas parece que no desean llevar a cabo el crimen, es inevitable.
Toda una serie de circunstancias y casualidades se conjugan para que el homicidio se lleve a cabo. Muchas de ellas se relacionan con torpezas o debilidades humanas; lo que hacen, o dejan de hacer los personajes, contribuye precisamente a la consecución de ese destino:
·    La madre de Santiago Nasar sabe interpretar sueños y se equivoca.
·    Si el obispo se hubiera quedado, probablemente no habría sucedido el homicidio.
·    La madre cierra la puerta (sin querer); de no hacerlo, su hijo podría haberse salvado.
·    La hija de la criada deja la puerta abierta, cosa que nunca hace.
·    Todos creen que Santiago Nasar sabe lo que se avecina.

3.4. La religión.
Otro tema de la obra es la religión: el autor trata el tema de forma burlesca e irónica, lo que evidencia una actitud crítica, a través de la visita del obispo y de las expectativas que provoca en el pueblo.
En clave religiosa puede entenderse la muerte de Nasar, que ha sido puesta en paralelo con la crucifixión de Cristo; en el mismo sentido puede entenderse buena parte de la onomástica (Pedro, Pablo, Santiago, Cristo, María, Lázaro, etc.)
La religiosidad contrasta con la intensa presencia de la superstición, inserta en la mentalidad de muchos personajes: la madre de Santiago interpreta los sueños, Luisa Santiaga posee el arte de la adivinación, las creencias religiosas conviven con lo invisible y lo sobrenatural...
3.5. Aspectos sociales
El narrador no deja de reparar en la pacífica comunidad árabe que vive en el pueblo, comunidad culturalmente integrada (son católicos, solo hablan árabe en raras ocasiones), pero diferenciada (se casan entre ellos, tienen costumbres propias).  Son pacíficos, se temieron sus posibles represalias, pero no mostraron más que tristeza tras la muerte de Nasar; su actitud contrasta y pone en entredicho la moral del resto de la gente del pueblo, que, tras el crimen, experimenta un agudo sentimiento de culpabilidad. Santiago Nasar había suscitado la envidia de la población, por su riqueza.
3.6. La verdad
La imposibilidad de acceder al conocimiento de la verdad es uno de los aspectos de la novela que más llaman la atención, ya que deja sin aclarar un aspecto fundamental de la historia: cómo fue posible que el asesinato de Santiago Nasar no pudiese llegar a ser evitado dadas las circunstancias públicas en que se desarrolló. Es más, ni siquiera llegamos a saber si fue Santiago Nasar el culpable de la deshonra de Ángela Vicario.
Dado que la novela se presenta como la reconstrucción casi periodística de unos hechos reales a través de una minuciosa investigación, la conclusión de la misma dejando sin resolver aspectos tan esenciales pone de manifiesto la dificultad extrema de alcanzar en ocasiones el conocimiento de la verdad, sobre todo, cuando, como es el caso, se indaga con cierta profundidad en los hechos.Incluso hay aspectos circunstanciales no aclarados: por ejemplo, si llovía o hacía un sol radiante el día de la muerte.
3.7. El poder institucional
Aunque no es el tema central de la obra, se observan algunas críticas al poder institucional: el padre de Bayardo San Román, militar condecorado, viene descrito de forma poco atractiva; el coronel Aponte, el alcalde, no actúa con la debida diligencia en el caso; la autopsia no se realiza en las condiciones debidas por falta de medios. Tan solo el juez, en su instrucción, parece ser muy concienzudo, y, sin embargo, salpica el sumario de anotaciones subjetivas y literarias, y una de sus preocupaciones es determinar si efectivamente Santiago Nasar había sido culpable de la caída en el deshonor de Ángela Vicario.

4.      NARRADOR
El narrador es interno y adopta el punto de vista de un personaje secundario cuyo nombre no se menciona. Desde el principio del relato se informa del final de la historia, que coincide con el final del relato. Es un narrador cronista (su papel consiste simplemente en buscar información), es un narrador testigo (mejor amigo del protagonista, que ha vivido casi todos los hechos menos el principal. No sabe que van a matar a Santiago Nasar). Actúa en determinados casos como un narrador omnisciente. Esta es una forma de presentarse. La obra incluye por un lado información proporcionada por documentos oficiales escritos, y por otro lado informaciones proporcionadas por otros personajes. Los documentos oficiales son el sumario del juicio que se celebró como consecuencia del asesinato  (declaraciones de testigos, anotaciones del juez...) y el informe de la autopsia. Las informaciones  proporcionadas por otros personajes es la fuente que mayor diversidad da a la obra. Cada personaje dice  una cosa distinta.
Después de todas las informaciones no tenemos una realidad única, sino múltiple. Ejemplos de  perspectivismo: Unos dicen una cosa y otros otra acerca de si Santiago Nasar se acostó con Ángela Vicario.  El día del asesinato llovía o no. Acerca de esto también hay opiniones distintas.
Las técnicas narrativas empleadas son variadas:
1. Usa el estilo directo para recoger declaraciones de testigos o trasmitir ciertos fragmentos de documentos.
             2.      Emplea la tercera persona para marcar la distancia con ciertos hechos.
3.      Se convierte en narrador testigo (en 1ª persona del singular o del plural) para matizar sus propios recuerdos,
4.      La narración intenta ser objetiva cuando da paso a otras voces, mientras que las descripciones están llenas de subjetividad y mayor sensibilidad.
En la obra coexisten la narración con la descripción; los diálogos no tienen tanta importancia.
Se observa un detallismo descriptivo (se indican con precisión las horas y los minutos, las técnicas de lavar los cuchillos por parte de los asesinos…). Destaca la descripción visual con mezcla de elementos estáticos y dinámicos (“desde que asomó por la ventana del automóvil…”: la llegada de los padres de San Román); la descripción paisajística, cromático-poética (“La luna estaba en el centro del cielo…”: cuando Santiago señala el alma en pena de un barco negrero hundido); los pasajes narrativo-descriptivos con diálogo y acotación del narrador (“..le asestó un segundo golpe casi en el mismo lugar. «Lo raro es que el cuchillo volvía a salir limpio», declaró Pedro Vicario al instructor”.)

5.      TIEMPO
El tratamiento del tiempo es uno de los aspectos más interesantes de la novela. A pesar de que no se sigue  un orden cronológico en la narración, aparecen numerosas referencias temporales, algunas muy precisas  (en consonancia con su carácter de crónica). Sin embargo, la organización temporal del relato no es  cronística sino novelesca, pues se basa en el empleo constante de analepsis y prolepsis. En realidad, el  presente narrativo se reduce a una hora (desde la salida de su casa de Santiago Nasar para ver al obispo  hasta su regreso y muerte. Todo lo demás son vueltas atrás (a un pasado remoto, después cercano y por  último reciente narrado hasta el capítulo 3) e idas al futuro (remoto y progresivamente más próximo, lo que  se narra a partir del capítulo e hasta el final. La historia, por tanto, se concentra en muy poco tiempo, pero  con mucha frecuencia se sale de ese marco para ir al pasado o al futuro. De la misma manera, le narrador  vuelve del pasado o del futuro al presenta para mencionar varias veces la muerte del protagonista  desvelando poco a poco más detalles de ella, hasta que por fin al final la narra con todo lujo de detalles.



6. Los personajes
En total hay 87 personajes.
Entre los personajes podemos distinguir cuatro niveles: a) los protagonistas (Ángela Vicario, Bayardo San Román, Santiago Nasar y los hermanos Vicario); b) el narrador, María Alejandrina Cervantes, Cristo Bedoya; c) algunos testigos concretos de los hechos, consultados por el narrador; d) el pueblo que, finalmente, y salvo algunas excepciones, que intentan evitarlo, se aglomera para presenciar el crimen.
A ellos debemos sumar el propio narrador.
Y también interesa estudiar, aparte de Ángela, los otros personajes femeninos.
Los protagonistas están caracterizados externamente y vemos cómo cambian y actúan de acuerdo con el curso de los hechos: Ángela pasa del rechazo a Bayardo al apasionamiento por él. Bayardo cambia de la altanería al declive al sentirse engañado por Ángela. Pedro y Pablo Vicario son vengadores a su pesar; débiles de espíritu, han de animarse mutuamente y recurrir a la bebida para matar. Santiago suscita opiniones encontradas de amor y de odio, de envidia y de admiración; machista y mujeriego, es también un joven religioso y buen hijo; su inocencia, su descuido y su debilidad le hacen perder la vida.
El centro del relato es Santiago Nasar, asesinado por los hermanos Vicario tras ser acusado por Ángela de ser el causante de su deshonra. De ascendencia árabe, veintiún años, esbelto. Hijo único de un matrimonio de conveniencia, es descrito como alegre, pacífico, aficionado a los caballos y las armas de fuego. Comprometido con Flora Miguel desde la adolescencia, frecuenta el burdel de Mª Alejandrina Cervantes, con la que se llegó a obsesionar, y acosa a las mujeres que desea. Mª Alejandrina viene descrita como una “garza guerrera”. Santiago es, por tanto, cazador de dos tipos de presas, aves y mujeres (recordemos el epígrafe inicial), aunque al final será él quien resulte sacrificado. En la novela se destaca su belleza y su carácter sobrenatural, posee un vigor poco habitual, va vestido enteramente de blanco el día en que es asesinado, como Jesucristo, no derrama sangre, y es capaz de caminar sosteniendo sus vísceras.
Bayardo San Román tiene hombre unos treinta años. Representa al extranjero envuelto en el misterio (los habitantes comentan de él que es raro, la madre del narrador lo compara inicialmente con el diablo; se inventan historias sobre su pasado). Es conservador, culto, dueño de una gran fortuna, hijo de una familia con poder, atlético y de buen corazón. Su vida gira en torno a lo material, pretende ganarse a las personas (incluida a su novia) mediante el dinero y las apariencias. Orgulloso y caprichoso (se enamora de Ángela cuando ella cruza la calle, y en ese mismo instante decide que será suya; compra la casa del viudo de Xius). Tras el asesinato de Nasar, fue considerado por la inmensa mayoría como la víctima. Tras recibir cartas de Ángela durante años, decide volver con ella.
Ángela Vicario es la hija menor de una familia modesta. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres, posteriormente pierde la vista y muere. Su madre, Purísima del Carmen (como muchos otros nombres de la obra, tienen referencias bíblicas), había sido maestra (“parecía una monja”). Ángela es bella, posee un aire de desamparo y cierta pobreza de espíritu, según la describe su primo, el narrador de la historia. Se presenta como una muchacha sumisa, vestida de negro, pero su historia posterior muestra una fuerza interior: al principio rechaza a Bayardo, aunque obviamente es un buen partido; se niega a ocultar su falta de virginidad; todo ello anuncia una personalidad que no corresponde con esa imagen inicial de sumisión. Al decir el nombre de Santiago Nasar como causante de su deshonra (misterio que no se aclara: algunos opinan o dudan de que no fue él, y estaba protegiendo a alguien) desencadena el drama; y descubre su amor por Bayardo cuando la devuelve a casa; y su fuerza le permitirá alimentar ese amor durante años, y dirigirle miles de cartas, cartas que Bayardo no abrirá, pero que le van haciendo mella, hasta seducirle.
En Crónica de una muerte anunciada se muestran las diferencias de educación entre hombres y mujeres. Las mujeres son criadas para casarse, atender a los enfermos y a la familia. Las “buenas mujeres” son las madres, hermanas, hijas o monjas, y su función es preservar el orden. Están además abocadas a matrimonios de conveniencia, o a ser acosadas por los hombres. Frente a ellas se sitúan las prostitutas o las amantes.
Los Vicario son los hermanos gemelos de Ángela y asesinan a Santiago Nasar para defender el honor de la joven. El mayor, Pablo, fue más imaginativo y resuelto hasta la adolescencia, aunque luego se reveló más tímido, y seguía siempre a su hermano. Pedro nació cinco minutos más tarde que Pablo, era más sentimental y autoritario, y fue quien tomó la decisión de matar a Santiago Nasar. Fue a la cárcel y tenía una cicatriz que lo distinguía de su gemelo. Se sienten obligados a matar a Santiago, pero (probablemente) no quieren: lo anuncian por doquier, casi esperando que alguien lo impida. En un momento dado se intercambian los papeles, y Pablo será el que animará a su hermano a la comisión del delito. Consideran, en todo caso, que son inocentes: el honor lo reclamaba. Tras su absolución, y un periodo en prisión preventiva, Pablo se casa con su novia y Pedro ingresa en las Fuerzas Armadas.
El narrador. Primo de Ángela Vicario, tiene una hermana, Margot, y un hermano, Luis Enrique. De la misma edad de Santiago, el narrador, su hermano, Santiago y Cristo Bedoya eran amigos. Vuelve al pueblo más de veinte años después a investigar la tragedia. Su madre es Luisa Santiago, madrina de bautismo de Santiago Nasar, que "Se enteraba de todo antes que nadie en la casa, a pesar de que hacía años que no salía a la calle."  "Parecía tener hilos de comunicación secreta con la otra gente del pueblo, sobre todo con la de su edad, y a veces nos sorprendía con noticias anticipadas que no hubiera podido conocer sino por artes de adivinación." El narrador se casará con Mercedes Barcha: "... en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella misma me lo recordó cuando nos casamos catorce años después."
Otros personajes:
Merece mención especial Mª Alejandrina Cervantes. El narrador la trata con el máximo cariño y respeto; de ella dice que “fue la mujer más elegante y la más tierna que conocí jamás, y la más servicial en la cama, pero también la más severa. Nadie reprocha su trabajo.
 Intentan evitar el homicidio de forma activa, sin éxito, muy pocos personajes: Cristo Bedoya, Luisa Santiago (madre del narrador), el coronel Aponte. La mayoría del pueblo, por el contrario, considera que es un asunto de honor, y que no se debe meter, o bien malinterpretan las situaciones, y no avisan a Santiago porque creen que ya sabe que le buscan. Son coadyuvantes de los hermanos Vicario en la consecución de sus propósitos.
5.2 El realismo mágico
El realismo mágico es una técnica narrativa de mediados del siglo XX; consiste en mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Pretende dar verosimilitud interna a lo fantástico e irreal. No se trata de "presentar la magia como que fuera real", sino de presentar "la realidad como si fuera mágica". Es una focalización de lo sobrenatural.
En las novelas y cuentos mágico-realistas, el narrador presenta hechos improbables, oníricos e ilógicos de manera natural, sin asombrarse por ellos ni darle al lector una explicación como si pertenecieran a la realidad. En el realismo mágico confluyen la influencia del psicoanálisis y del surrealismo europeo, que hacen hincapié en los sueños, el inconsciente y el irracionalismo, y la influencia de las culturas indígenas precolombinas con su tradición de leyendas, supersticiones y mitos en los que se producen hechos fantásticos. La novela Cien años de soledad (1967) es la obra  más notable del realismo mágico.
El realismo mágico en esta obra se observa en el gusto por insertar lo extraordinario dentro de la normalidad de lo cotidiano. Se aprecia en la forma en que el olor de Santiago Nasar permaneció en los gemelos Vicario días después de muerto, la aparición de un "pájaro fluorescente", una especie de ánima sobre la iglesia del pueblo; la mención del alma de la viuda de Xius, quien dice estar haciendo todo lo posible para recuperar sus cachivaches y su casa de muerte. Observamos también el realismo mágico en la importancia de los sueños, de lo onírico, sueños que pueden ser interpretados.
El realismo mágico también aparece en la hipérbole, en la desmesura. Pocos integrantes del pueblo se dignan avisar a Santiago Nasar de que lo buscan para matarlo, ya sea por temor, o por la simple suposición o certeza de que ya está enterado de la situación y por lo tanto fuera de peligro. Este silencio masivo es lo que termina causando la muerte de este personaje. La hipérbole también se ve presente en la forma en que lo asesinan: “Desesperado, Pablo Vicario le dio un tajo horizontal en el vientre, y los intestinos completos afloraron con una explosión"; sorprendentemente, Santiago sigue vivo, andando, sujetando sus entrañas con las manos.
Otra característica esencial del realismo mágico es la unión o sincretismo de los contrastes. En la obra conviven, por ejemplo, las convenciones morales y religiosas con las supersticiones, y con una sexualidad y un vitalismo desaforado.
En cuanto al aspecto religioso, existen numerosas situaciones y símbolos que crean un clima de religiosidad y en ocasiones apuntan al carácter sobrenatural de Santiago Nasar. Así, el color de su vestimenta recuerda la túnica de Jesús; la visita del obispo el día del crimen; los nombres de los personajes, muchos de ellos de resonancias bíblicas (Pedro, Pablo, Santiago, Poncio…). Además, se destaca que Nasar no derramaba sangre, a pesar de todas las cuchilladas recibidas.